Opinión en El Tiempo, agosto 6 de 2008

Tarde o temprano el "efecto teflón" se diluirá y caerá el velo de la mentira por las propias inconsecuencias de Uribe y sus áulicos. Entonces los colombianos del común adquirirán plena conciencia sobre los propósitos nefastos del vil mayordomo del narcoparamilitarismo y la extrema derecha. Así sea a la brava, a golpes de recesión y pobreza, terminaremos asimilando que el proyecto de la manguala liberal-conservadora que representa Uribe no conviene a las mayorías. Debemos despertar para construir una sociedad incluyente e igualitaria, en la cual expresiones antipopulares de este tipo no tengan cabida.