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¿Por qué este blog? Quienes experimentamos con sensibilidad el presente estamos obligados a aprovechar las facilidades y ventajas ofrecidas por Internet para expresar nuestros conceptos y criterios, los cuales de otro modo pocos conocerían. En este espacio manifiesto sin ambages mis puntos de vista sobre varios aspectos de la realidad: filosofía, política, economía, sociedad, cultura, ciencia, tecnología, medio ambiente, etc., con preocupación especial sobre los sucesos actuales que tienen como escenario al país

viernes, septiembre 10, 2010

Con las Religiones, Ni Fu Ni Fa...

El error más grande que puede cometerse frente a los seguidores de las distintas religiones (me refiero a todas por igual) es rechazar a sus líderes, combatir sus supuestos teológicos o referirse en forma negativa a sus símbolos.
Como las tendencias de este tipo estriban su fundamentación más profunda en la manipulación emocional y en un juego bastante complejo (y perverso) de compensaciones sicológicas que proporcionan falsa serenidad al individuo, los fieles, aún los que parecen algo racionales, son extremadamente sensibles ante los ataques y están dispuestos a la radicalización y al sacrificio.
Hay que dejar que las religiones mueran solas, que se extingan por sí mismas, que al fin y al cabo todas ellas, sin excepción, encierran profundas inconsecuencias que terminarán por hacerlas explotar y desaparecer sin más.

sábado, septiembre 04, 2010

Últimos Planteamientos de Stephen Hawking


Me causa profunda emoción que el profesor Hawking, sin duda alguna la mente más capaz de nuestro tiempo, continúe al frente de las investigaciones que pretenden elaborar una teoría única del todo y que a pesar de sus limitaciones de salud siga realizando aportaciones visionarias en el campo de mayor hondura y proyección del conocimiento humano.
Es evidente que la construcción de la ciencia ha llegado a un momento especial, a un punto de quiebre en el que resulta imprescindible depurar todos los sistemas racionales de los complejos que provienen de la superstición.
Hay que combatir denodadamente contra el agresivo (sub)mundo de la irracionalidad que aún domina la existencia y el destino de nuestra especie.
La teología (con todos los pontífices de las diversas religiones) debe ir al museo de la prehistoria y quedar allí para constancia de nuestra evolución al lado de la mitología, de la magia, de la adivinación, de la astrología y de las demás supercherías fantásticas y demodé por muy sofisticadas que nos parezcan.