Mesianismo y Posible Irrespeto de Autores Soviéticos en Ávatar

1. Aprovecho el comentario de Javier Ricardo para adherir a su crítica en el sentido de que Ávatar contiene un mensaje de evidente mesianismo:

- Desde luego, el héroe de la película, Jake Sully, es humano, hombre (quiero decir macho), blanco, atractivo, gringo, con formación militar de marine y con una historia de esforzada superación personal que lo lleva desde la inmovilidad de su silla de ruedas como discapacitado anónimo hasta convertirse en el redentor de millones de especies en peligro de un planeta extraño.

- Jake Sully es un Cristo que emerge de la nada ganando credibilidad a fuerza de golpes, que sufre una horrenda pasión antes de ser admitido como salvador por los Na´vi, que muere a su naturaleza imperfecta de humano enfermo y que resucita a la plenitud que le obsequia en comunión neural el árbol sagrado (o, lo que es lo mismo, su alma migra hacia el cuerpo de su ávatar como en una especie de reencarnación budista muy peculiar).

2. El filme plantea también una visión sexista y clasista:

- La coprotagonista, la princesa Neytiri, es hermosa y espigada, hija de los jefes de su clan y una atleta destacada pero insuficiente por sí misma sin su mitad masculina.

3. Además fomenta el idealismo y la superstición, como ya tuvimos ocasión de sostenerlo:

- La doctora Grace Augustine (Gracia Augusta o gracia que se consume y debilita, quizá...) muere antes de investigar a fondo las riquezas de Pandora en una parábola que proclama (peligrosamente) la impotencia, la precariedad y el ocaso de la ciencia ante el poder de la religión Na´vi que desde antiguo profetizaba el advenimiento de un héroe de talla global.

4. Hay un aspecto que me preocupa mucho y que aún no he comentado:

- Me refiero a la denuncia formulada por el partido de los Comunistas de San Petersburgo en el sentido de que el canadiense Cameron se habría apropiado para la elaboración de su película de personajes e historias o argumentos de la ciencia ficción soviética.

- Bien. Sabido es que en la URSS entre 1922 y 1991 floreció una pléyade de excelentes escritores de anticipación, la mayoría de ellos con títulos académicos que nunca tuvieron sus pares de Occidente (muchos eran doctores en matemáticas, físicos, cosmólogos o médicos) y que hoy desconocemos casi por completo.

- La ciencia ficción soviética, con marcado acento cientifista en un comienzo, exploró con independencia axiológica rumbos propios y llegó a conclusiones impresionantes en los campos de la neurociencia y la ecología.

- Le hubiera bastado al director de Ávatar con incluir respetuosamente en los créditos de su película un breve texto de éste o similar tenor: "Los creadores de este filme agradecemos a los autores de ciencia ficción y fantasía, entre ellos a los escritores soviéticos, las innumerables ideas que aportaron directa o indirectamente a la confección de Ávatar. Nunca hemos querido apropiarnos de conceptos ajenos sino realzar la imaginación constructiva de todos.".

5. En lo personal, tengo recuerdos muy vívidos de mi infancia (cuando leía las "aventuras" diarias y dominicales de los periódicos "El Tiempo" y "El Espectador" y a veces las revistas "Selecciones del Reader´s Digest" y "Sputnik", estas últimas coleccionadas por mi tío Gustavo) que me familiarizaron desde entonces, ¡hace cuarenta años!, con los caballos de seis extremidades (los hexípedos), los dragones voladores o los dinosaurios alados gigantes de muchos colores conducidos por guerreros con arcos y flechas y los parajes más extraños de otros mundos...

(Recuerdo que hubo inclusive una época en la que Tarzán abandonó la selva africana para explorar extrañas dimensiones y mundos paralelos en las cuales volaba sobre insectos o enfrentaba a contrincantes de moño que vivían en árboles descomunales...)

6. Bueno, para terminar, en Mc Donald´s, en el templo capitalista de la comida y el consumo, ya se pueden conseguir las figuritas de Jake Sully, la doctora Grace Augustine, la princesa Neytiri, el soldado Tsu´tey y algunas criaturas como los caballos de azote, el hexípedo, Banes y el Gran Leonópetro, disponibles en las "cajitas felices". (Entonces, Javiercito, puedes comprar una BigMc y proceder de conformidad. No son sino 3.000 calorías, nada más...)

Sobre el Mensaje de Ávatar

En esta temporada de relativo descanso por las festividades de navidad, despedida de año viejo y advenimiento de 2010 he tenido oportunidad de ver dos veces Ávatar. Quise hacerlo para reflexionar con pleno conocimiento de causa sobre su mensaje como obra cinematográfica porque la película me impactó mucho desde un comienzo.

La cinta, del director James Cameron, recrea la existencia de los Na´vi, los singulares habitantes del distante y selvático planeta Pandora, injustamente agredidos por las fuerzas mercenarias de una corporación minera terrícola por allá en el año 2150 de nuestra era, en un futuro todavía marcado por la estulticia y violencia de nuestra raza abyecta.

Es, sin discusión, una obra única, con momentos líricos y matices épicos de gran belleza; es una joya que nos recuerda las potencialidades del cine como arte, y por eso y mucho más hay que verla.

Sin embargo, su mensaje puede leerse a tres niveles, uno vacuo, otro peligroso y un tercero acertado:

1. Las mayorías van a verla para recrearse nada más con el espectáculo de la tecnología bélica, las criaturas extrañas de otros mundos y los parajes mitológicos surgidos de la fantasía sin límite de los creadores de la nueva saga.

Esta categoría, que califico de infantil y conformista, corresponde al gran público consumidor, el mismo que va al cine en familia o en colectivo de amigos niños o adolescentes para atragantarse con perros calientes y palomitas de maíz, que bebe galones de Coca-Cola y que explota en carcajadas o exclamaciones hueras cada vez que ocurre algo insignificante en la pantalla.

2. Algunos que se consideran pensantes, he ahí lo más grave, interpretarán en cambio que Ávatar propone lo que podríamos llamar - o que denominarían ellos, mejor - la "tendencia teológica universal" de los seres pensantes, es decir el hecho religioso como un absoluto o imperativo natural aquí y en cualquier parte.

Expondrán estos beatos camanduleros que los ritos ceremoniales, los cánticos y hasta el lenguaje de los Na´vi prueban cómo la religión surge espontáneamente como fascinación del ser ante la divinidad, como estado moral superior, como admiración del alma agradecida ante la magnificencia y superioridad de la naturaleza y como hecho social cohesionante, igualador y pacificador.

En estos términos, la religión no sería jamás un fruto cultural más de las contradicciones que alberga en su seno una formación social determinada sino algo bueno y telúrico inmerso en nuestra genética. Por ende, un valor noble, una impronta ética positiva.

En fin, sería muy triste clasificar de modo pesimista a Ávatar al lado de la nueva clase de películas de fantasía suave, de terror blando y de seudociencia-ficción conformista que se viene abriendo paso en el cine de nuestros días. Me refiero, como ejemplo, a obritas místicas menores como las del director indio-estadounidense Night Shyamalan (de La Dama del Lago y Señales, verbigracia).

Desde esta óptica, Ávatar sería muy dañina al fomentar el idealismo, esa castrante tendencia soñadora a considerar que existe una realidad superior que nos rige y que el mundo es perfecto, así que no hay lugar para la crítica ni para la rebeldía que implica el cambio.

Además, de cara al futuro y al encuentro con otras civilizaciones más allá de la exhausta Tierra, habría una posible "comunidad de almas" en la supuesta "religión universal".

3. Un tercer nivel de interpretación de Ávatar, el superior por su madurez y proyección según me parece, nos lleva a analizar las implicaciones ecológicas de la película.

Lo que hay en Pandora, en realidad, es un mundo de millones de seres - unos grandes, otros pequeños; unos fuertes y agresivos, otros gráciles y delicados; unos con pleno conocimiento de sus facultades, otros menos al tanto - indisolublemente atados por su común evolución y por ello inextricablemente unidos en su suerte final.

Pero, ¡por favor!, es que así mismo hemos vivido durante millones de años en la Tierra, sólo que hoy, por nuestro orgullo, no somos conscientes de ello...

Quiero creer que el mensaje profundo de Ávatar es éste y no otro; me aferro a pensar que es un campanazo de alerta con buena intención para que comprendamos que nuestro mundo - aquí en la Tierra porque no hemos llegado y quizá nunca llegaremos a otros lugares - está en riesgo y que sólo con la ayuda consciente de todos podremos salvarlo...

El Shock del Futuro...

La nuestra es una sociedad decadente, desentendida e irresponsable que vive en permanente guayabo, con una impotencia moral pavorosa y un sentimiento de culpa castrante que nos impiden actuar en el presente para cambiar las cosas y variar de una buena vez la mala suerte que nos ronda. Aquí las llamadas "mayorías" decidieron que un trepador oportunista y delincuente se hiciera al poder, le entregaron la autoridad para hacer y deshacer en casi cualquier ámbito, le permitieron que agarrara a patadas lo poco de democracia que había y todos nos quedamos mudos, expectantes, como tontos, mientras involucionábamos hacia el oscurantismo y la tiranía. Ojalá cuando despertemos de la curda que nos agobia y empequeñece como nación no sea demasiado tarde para reconstruir a Colombia.

30 Millones de Personas Con Hambre en EUA

El periodista Gómez Masseri, corresponsal de El Tiempo en EUA, se refirió en la edición del 11 de enero de 2010 a la existencia de al menos 30 millones de personas con hambre en ese país. Mi comentario fue el siguiente: Excelente el artículo del corresponsal en Washington. La realidad del gigante del norte es paradójica e inhumana: hay dinero en cantidades epulónicas para la guerra a escala global pero no lo hay para asistir a los nacionales desfavorecidos. Allá, óiganlo bien los colombianos que tanto admiran a EUA y que se duelen de no tener la oportunidad de emigrar a ese país, hay familias enteras bajo los puentes y personas sin futuro tratando de sobreaguar en automóviles destartalados o en cajas de cartón en los callejones o vagando por las calles sucias de los barrios bajos y peligrosos tras un carrito de supermercado... Por eso las urbes estadounidenses registran indicadores escandalosos en materia de criminalidad y percepción de seguridad y el caos moral no tiene antecedentes. EUA representa un modelo de sociedad en crisis. Es un gigante inviable al que no deberíamos imitar.

¿Cuerpos de Paz Otra Vez?

Hagan una cosa más bien señores del gobierno: por decreto, como todo lo que se hace en este país sin democracia, soberanía ni orgullo patrio, nombren embajador de EUA al presidente Uribe, su Mesías arrodillado y marrullero, y a la constelación de la bandera gringa cuélguenle otra estrella, la de Colombia, el estado número 51.

¿A la embajadora Carolina Barco - una vieja fea y medio bruta pero bien vestida, eso sí - no se le ocurrirá otra salida en falso más grande que invitar de nuevo a los Cuerpos de Paz que son lobos disfrazados de ovejas?, ¡por favor!...

Recordemos que los miembros de esta entidad fueron masivamente acusados de corromper a nuestros jóvenes divulgando el uso de los sicotrópicos prohibidos y de espiar muchas actividades de la vida nacional para el gobierno yanqui...

Sobre el Documental de las Farc

No entiendo ni comparto el revuelo que causó el documental exhibido a finales de 2009 en Argentina.

¿Acaso las Farc todavía existen? ¿No dizque habían sido derrotadas por la Seguridad Democrática del incomparable, superdotado y mesiánico Uribe, el único capaz de resolver nuestra crisis?

¿No será más bien que la ficción procede de los círculos oficiales y de sus medios de difusión?

Digamos la verdad: la subversión, como problema, no tiene la entidad ni el calado que nos vienen enseñando, pero al gobierno, al ejército y a los capitalistas les conviene mantener semejante paradigma para explotar la industria de la guerra. El obstáculo más importante aquí no es el levantamiento popular sino la desigualdad económica, social y cultural y el atraso que generan el egoísmo y el apetito insaciable de la clase dominante.

Hasta los analistas más retrógrados de otras latitudes han comprendido que la guerrilla tiene motivaciones políticas especiales que se nutren de nuestra problemática económica, social y cultural.

Las Farc, como organización político-militar subversiva, no surgieron porque sí, por maldad intrínseca de sus gestores o por aventurerismo de sus miembros.

Se trata de un movimiento que pertenece a nuestro devenir, que se explica por los avatares de injusticia y desigualdad experimentados durante los últimos sesenta años y que no se puede borrar de un soplo en aras del designio vengador, ahistórico y huero, de un resentido que se cree Mesías.

La cabal comprensión de nuestro aquí y ahora es tarea más profunda, que no podemos dejársela por pereza a los politiqueros, a los militares, a los periodistas payasos o loros ni mucho menos a los industriales de la guerra...