El proyecto de ley 112, de reforma a la ley 30 sobre la educación superior de 1992, ha sido un elemento coyuntural revelador y desatador de una crisis social más profunda.
Ésta parece mostrar que se está llegando al límite de lo soportable por la sociedad.
La gente en Colombia, como ha pasado en otras latitudes, ya no aguanta más el desarrollo de políticas públicas inequitativas e inconsultas de regulación neoliberal basadas en la exacerbación y glorificación del mercado y de la competencia generalizada.
De ninguna manera puede afirmarse que el 99% quiere ir en la dirección equivocada.
Los errados son otros, no el pueblo...