Los resultados de la jornada electoral del
domingo fueron espeluznantes. Hay la posibilidad cierta de que Uribe, en cuerpo
ajeno, regrese a gobernar, como si al desquiciado no le hubieran bastado dos
períodos para descuadernar por completo a Colombia. A pocos pareció importarles
el abultado prontuario del desadaptado y peligroso "padrino" que
maneja desde los hilos del poder hasta los bajos fondos. Es como si nadie
quisiera recordar ninguna de sus crueles "hazañas": la ley 100 que
privatizó la salud, el auge de las autodefensas, el crecimiento rampante del
paramilitarismo, la corrupción voraz y sin límites de las fuerzas militares y
de policía que se agigantan en contravía de las capacidades fiscales, el
narcotráfico como "lubricante" desfachatado de esta máquina imparable
de degradación moral que percibimos en todos los dominios públicos y privados,
el desplazamiento de casi siete millones de compatriotas, las
"chuzadas", los "falsos positivos", la persecución de los
líderes sociales (y sindicales), la estúpida cruzada de venganza que se
manifestó en un macartismo criollo obsesivo-compulsivo aterrador, la represión
fascista de la protesta social, el desmoronamiento de nuestra competitividad,
la pauperización de los trabajadores del campo y la ciudad, la celebración
irracional de tratados de libre comercio a diestra y siniestra, la pérdida de
territorio, la reforma tributaria antipopular, la contrarreforma laboral, el
pago de favores con puestos burocráticos, la asesoría al gobierno por parte de
personajillos deslucidos del hampa, el aislamiento internacional, las peleas
gratuitas con los vecinos y el "tapen-tapen" como política de estado...
Aunque nunca pensé decirlo, propongo en segunda vuelta votar contra Zuluaga, el
muñeco de ventrílocuo de Uribe, y darle al menos una oportunidad a la paz con
Juan Manuel Santos, el "menos malo". ¡A ver si al fin en sesenta años
vivimos un día tranquilo en que no se señale a la subversión como responsable
hasta de las cagadas de los pájaros...!
Rincón personal crítico con énfasis en la realidad colombiana: Mi bitácora de opiniones
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¿Por qué este blog? Quienes experimentamos con sensibilidad el presente estamos obligados a aprovechar las facilidades y ventajas ofrecidas por Internet para expresar nuestros conceptos y criterios, los cuales de otro modo pocos conocerían. En este espacio manifiesto sin ambages mis puntos de vista sobre varios aspectos de la realidad: filosofía, política, economía, sociedad, cultura, ciencia, tecnología, medio ambiente, etc., con preocupación especial sobre los sucesos actuales que tienen como escenario al país