Por favor, ¡que ahora
los tenderos y sus agremiaciones y representantes no quieran posar de víctimas
con el nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia!
No cabe duda de que en
los barrios ellos son los responsables directos de las mayores burlas a la ley:
sacan bultos y cajas de comestibles a los andenes, amarran sus bicicletas de
reparto en los postes, reproducen música a volúmenes insoportables y perifonean
como orates, contaminan con su publicidad rechinante y disponen las basuras
como se les da la gana… ¡Para ellos el concepto de espacio público es tan
abstruso como la más compleja ecuación de astrofísica!
En realidad, el
comportamiento de los tenderos es depredador y miserable y que conste que no
hago referencia a precios, pesos y medidas pues en esas materias sí que hay
irregularidades.
Y la policía,
infortunadamente, brilla por su desentendimiento: ¡ningún uniformado hace algo
al respecto! Si la policía se propusiera poner coto a los desmanes de los
tenderos en los barrios de todos los estratos ganaríamos mucho terreno en
Bogotá, pero aquí las autoridades se destacan por su desapego y deshonestidad.
En mi barrio veo policías que pasan "haciendo mercado" con lo que les dan los
comerciantes como contraprestación por su silencio y por hacerse los de la
vista gorda…
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