Berlusconi es un payaso inmoral que representa bien la decadencia individualista que defiende la ultraderecha italiana, la misma que propugna por ese cuento absurdo de que todo vale si tienes dinero para imponerlo y para hacer que otros lo imiten.
Qué lástima que un país tan interesante y con tanta gente que vale de verdad la pena, con tantos pensadores y creadores, sea gobernado por un canalla de tan ínfimos quilates como éste, que ni siquiera sabe rodearse como no sea por golfillas avivatas y por mafiosos corruptos y corruptores.
Que ahora salga a atacar a la comunidad homosexual es lo de menos: era lo que podía esperarse del liderzuelo del "Pueblo de la Libertad" y del "Partido Republicano Italiano". ¡"Bunga"!, ¡"bunga"! con él...
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