1. Me parece muy importante el apoyo de Jürgen Habermas y de otros profesores reputados a la candidatura de Antanas Mockus, por quien habrá que votar en la segunda vuelta si resulta necesario para hacerle morder el polvo al ojipintado y tartamudo Santos.
Sin embargo, que conste, el descendiente de lituanos, ex rector de la Universidad Nacional, ex alcalde de Bogotá y privatizador de la EEEB no me parece intelectual ni filósofo ni nada que se le parezca.
Sus salidas son mediocres, trilladas y babosas.
Sus puntos de vista dejan mucho qué desear y nos ponen de presente que es, sin eufemismos, otro oportunista y escalador: apenas un ex profesor que hace más de veinte años que no dicta clases y que se extravió en el mundillo de la política para pescar en río revuelto.
En fin, lo repito, si es estrictamente indispensable lo acompañaré en la segunda vuelta pero en la primera votaré por Petro.
2. Y hago una pequeña acotación sobre Habermas, a quien no puede considerarse un pensador de izquierda sino apenas un demócrata liberal: desde hace más de treinta años este alemán está dedicado a lo que él mismo llama la teoría de la acción comunicativa, a la fundamentación de la ética discursiva, a la defensa de la democracia deliberativa, a los principios del estado de derecho y a las bases para configurar una esfera pública mundial.
¡Por favor!, es un hombre interesante y útil pero no es ningún coco comunista... ¿Qué estaban creyendo los fanáticos uribestias de la caverna?
3. Me basta con un argumento para descalificar a Mockus y a sus seguidores: su "partido" se llama "Verde" pero induce a error pues ni siquiera cuenta con una plataforma ecologista.
Lo suyo es una pantalla de humo, de babas, de apariencias...
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