Debido a la estupidez de la legislación colombiana, nuestro amiguito peludo desembarcó en tierra colombiana pero no se pudo quedar. Ahora disfruta de los cuidados de unos buenos amigos de los animales en Austria. Saludos Mr. Magoo, siempre estarás en nuestros corazones...
En cuanto al argumento distractor de la encefalopatía espongiforme bovina (con respecto a felinos domésticos oriundos de Europa Occidental, Medio Oriente y Japón): ¡pura y física mierda, señores del ICA!, ¡no nos vengan con cuentos, que a un gobierno como éste que mata y se lava las manos le vale nada la salud pública!
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